Los biólogos, médicos y químicos necesitan con frecuencia separar los componentes de una mezcla como paso previo a su identificación.
La cromatografía es una técnica de separación de sustancias que se basa en las diferentes velocidades con que se mueve cada una de ellas a través de un medio poroso arrastradas por un disolvente en movimiento.
Vamos a utilizar esta técnica para separar los pigmentos utilizados en una tinta comercial.
Material necesario:
- Una tira de papel poroso. Se puede utilizar el papel de filtro de una cafetera e incluso un trozo de papel de diario (sin tinta).
- Rotuladores o bolígrafos de distintos colores.
- Un vaso.
- Un poco de alcohol.
Procedimiento:
- Recorta una tinta del papel poroso que tenga unos 4 cm de ancho y que sea un poco más larga que la altura del vaso.
- Enrolla un extremo en un bolígrafo (puedes ayudarte con tela adhesiva) de tal manera que el otro extremo llegue al fondo del vaso.
- Dibuja una mancha con un rotulador negro en el extremo de la tira a unos 2 cm del borde. Procura que sea intensa y que no ocupe mucho.
- Hecha en el fondo del vaso alcohol, hasta una altura de 1 cm aproximadamente.
- Sitúa la tira dentro del vaso de tal manera que el extremo quede sumergido en el alcohol pero que la mancha quede afuera de él.
- Puedes tapar el vaso para evitar que el alcohol se evapore.
- Observa lo que ocurre: a medida que el alcohol va ascendiendo a lo largo de la tira, arrastra consigo los diversos pigmentos que contiene la mancha de tinta.
- Como no todos son arrastrados con la misma velocidad, al cabo de un rato se ven franjas de colores.
- Puedes repetir la experiencia utilizando diferentes tintas.